Posición del Escritorio
Se suele decir que “según el feng shui” uno nunca debería sentarse de espaldas a la puerta, para no recibir el Chi negativo. En realidad, todo depende de las circunstancias. Imaginemos que tu oficina tiene una ventana con una vista maravillosa de un parque con un lago etc., que sólo puede verse estando sentado de espaldas a la puerta: resultaría casi absurdo desaprovechar esa vista tan favorable. Dependiendo del tipo de trabajo que se realice, podemos distinguir dos posiciones para el escritorio con relación a la puerta:
Posición de Poder (asesores de todo tipo, médicos, abogados, todo trabajo en el cual sea necesario inspirar autoridad y confianza a los clientes). El escritorio ocupa el área más alejada de la puerta. En la pared detrás del escritorio se colocan diplomas, premios etc. Frente al escritorio se coloca un reloj de péndulo o algún objeto móvil.
Posición Inspiradora: (escritores, diseñadores, poetas, tareas solitarias que requieran introspección y la mayor abstracción del entorno). El escritorio está de espaldas a la puerta y frente a una ventana con una vista agradable. Si la vista de la ventana no es muy buena, colocar una jardinera con flores, comederos para pájaros, llamadores de viento o cualquier otro objeto sensible al movimiento del aire, o bien ubicar cerca de la ventana una fuente de agua o un cuadro con escenas de la naturaleza. Es preciso colocar un espejo de modo que desde el escritorio puedas controlar la puerta de la habitación, si esto no fuera posible, colgar unas campanitas en la puerta para que “avisen” si alguien entra.
Ergonometría:
Un cajón lleno de carpetas que requiere demasiado esfuerzo cada vez que se abre, o un estante que está demasiado alto, o la posición de las manos sobre el teclado de la PC que causa tensión y dolor en las muñecas: este tipo de problemas son el campo de estudio de la ergonometría, que investiga la relación entre las características del equipamiento y las dimensiones humanas. Por ejemplo, Un estudio ergonómico completo de un lugar de trabajo requiere de un especialista, pero si prestamos atención a estos detalles y hacemos lo posible por corregirlos y mejorarlos, habremos dado un paso importante hacia la armonía de nuestro espacio.
Orientación:
De acuerdo al feng shui existen para cada persona cuatro orientaciones que le son más favorables energéticamente. Lo ideal es que, al sentarte en tu escritorio, quedes ubicada de forma tal que enfrentes a alguna de tus direcciones favorables.
Un cajón lleno de carpetas que requiere demasiado esfuerzo cada vez que se abre, o un estante que está demasiado alto, o la posición de las manos sobre el teclado de la PC que causa tensión y dolor en las muñecas: este tipo de problemas son el campo de estudio de la ergonometría, que investiga la relación entre las características del equipamiento y las dimensiones humanas. Por ejemplo, Un estudio ergonómico completo de un lugar de trabajo requiere de un especialista, pero si prestamos atención a estos detalles y hacemos lo posible por corregirlos y mejorarlos, habremos dado un paso importante hacia la armonía de nuestro espacio.
Orientación:
De acuerdo al feng shui existen para cada persona cuatro orientaciones que le son más favorables energéticamente. Lo ideal es que, al sentarte en tu escritorio, quedes ubicada de forma tal que enfrentes a alguna de tus direcciones favorables.
Los Guardianes:
De acuerdo al feng shui de las formas, un sitio auspicioso se encuentra siempre protegido por detrás y por los lados, denominados simbólicamente el Tigre (a la derecha), la Tortuga (por detrás) y el Dragón (a la izquierda). El frente, denominado Fénix , se encuentra despejado y permite una amplia visión. En el ejemplo de la derecha, la Tortuga (respaldo) está representada por los diplomas que acreditan al profesional que usa el escritorio, muchos abogados colocan detrás de su escritorio una biblioteca con libros (su respaldo de conocimientos). Una ventana detrás del escritorio le quita respaldo a quien se ubique allí.
De acuerdo al feng shui de las formas, un sitio auspicioso se encuentra siempre protegido por detrás y por los lados, denominados simbólicamente el Tigre (a la derecha), la Tortuga (por detrás) y el Dragón (a la izquierda). El frente, denominado Fénix , se encuentra despejado y permite una amplia visión. En el ejemplo de la derecha, la Tortuga (respaldo) está representada por los diplomas que acreditan al profesional que usa el escritorio, muchos abogados colocan detrás de su escritorio una biblioteca con libros (su respaldo de conocimientos). Una ventana detrás del escritorio le quita respaldo a quien se ubique allí.
Los Colores:
El color influye sobre nuestro estado emocional y puede ayudar o dificultar tus tareas, según cómo lo elijas.
Los colores durazno y terracota son muy recomendables para los trabajos que se basan en la comunicación. Si nuestra tarea depende fundamentalmente de comunicarnos, escuchar, conciliar y negociar, los colores relacionados con el naranja (salmón, durazno etc.) son los más aconsejables.
Los tonos de verde ayudan a generar ideas nuevas y audaces. Son ideales para quienes trabajan generando ideas, conquistando mercados nuevos o que están cambiando de rubro en su actividad.
El azul ayuda a la introspección y a contactar con las propias emociones. Es apropiado para quienes trabajan solos, individualmente (por ejemplo, un escritor).
El amarillo claro aumenta nuestra energía para cuando nos resulta difícil permanecer mucho tiempo trabajando. Ayuda cuando nuestra tarea es monótona y repetitiva la mayor parte del tiempo (ejemplo: llenar planillas o mecanografiar textos).
El blanco ayuda a la objetividad y al trabajo intelectual. Genera una atmósfera de orden, limpieza y control del espacio. Es ideal para tareas que requieren concentración y actividad mental (ejemplo: dibujantes, diseñadores, científicos).
Si tu punto débil es la confianza y te dominan los temores con respecto al futuro, los colores naturales y terrosos te ayudarán, ya que transmiten una sensación de contención y estabilidad.
El color influye sobre nuestro estado emocional y puede ayudar o dificultar tus tareas, según cómo lo elijas.
Los colores durazno y terracota son muy recomendables para los trabajos que se basan en la comunicación. Si nuestra tarea depende fundamentalmente de comunicarnos, escuchar, conciliar y negociar, los colores relacionados con el naranja (salmón, durazno etc.) son los más aconsejables.
Los tonos de verde ayudan a generar ideas nuevas y audaces. Son ideales para quienes trabajan generando ideas, conquistando mercados nuevos o que están cambiando de rubro en su actividad.
El azul ayuda a la introspección y a contactar con las propias emociones. Es apropiado para quienes trabajan solos, individualmente (por ejemplo, un escritor).
El amarillo claro aumenta nuestra energía para cuando nos resulta difícil permanecer mucho tiempo trabajando. Ayuda cuando nuestra tarea es monótona y repetitiva la mayor parte del tiempo (ejemplo: llenar planillas o mecanografiar textos).
El blanco ayuda a la objetividad y al trabajo intelectual. Genera una atmósfera de orden, limpieza y control del espacio. Es ideal para tareas que requieren concentración y actividad mental (ejemplo: dibujantes, diseñadores, científicos).
Si tu punto débil es la confianza y te dominan los temores con respecto al futuro, los colores naturales y terrosos te ayudarán, ya que transmiten una sensación de contención y estabilidad.