La sala de estar debe ser el " corazón" de la casa: el lugar principal de reunión. Muchas veces sustituída como centro de actividades por la cocina o el comedor diario, el estar refleja la capacidad para la comunicación. En una casa sin un espacio de estar funcional y adecuadamente diseñado invariablemente encontraremos dificultades de comunicación de alguna índole. Casi todas las casas tienen un " living" o un espacio para estar, pero no basta la presencia de los muebles para lograr que ese lugar funcione como el corazón. Hay que crear condiciones que favorezcan la comunicación, estas condiciones son:
Asientos formando ángulos de 90º: La posición en ángulo es la ideal para favorecer la comunicación en el nivel afectivo ya que reproduce la forma en que naturalmente se colocan dos personas que establecen una relación amistosa. Es mucho mejor que sentarse uno al lado de otro o enfrentados. Como corolario, un estar debe tener al menos dos grupos de asientos, si son tres, mejor. La peor disposición para sentarse es al estilo de " Los Simpson": todos se sientan en línea y enfrentan al televisor.
Fortalecer el centro: Ni la más cuidada ambientación puede impedir que se genere una cierta sensación de desolación cuando el centro de una habitación se encuentra vacío. Ojalá toda sala de estar tuviera un hogar, ese punto de reunión arquetípico alrededor del cual nos sentamos a contemplar el milagro del fuego. Si no tenemos un hogar, un arreglo de velas debe constituirse en el centro de nuestro espacio de estar. Los troncos para el hogar y/o las velas pueden aromatizarse con aceites esenciales, elegidos adecuadamente.
Sonidos: Desde la prehistoria, la música ha servido de vehículo para acercar a los corazones de los hombres: la presencia de la música en la sala de estar es ineludible. Un instrumento musical primitivo puede ser un buen ornamento, especialmente si es de percusión. Música y libros proporcionan tema de conversación, puntos en común, experiencias compartidas.
Variedad de asientos: Con frecuencia, las exigencias sociales nos obligan a renunciar a nuestra individualidad y a adaptarnos a modelos más o menos estereotipados. En nuestro hogar, en cambio, podemos celebrar nuestra individualidad y nuestras peculiaridades. Una cierta variedad de asientos: mecedoras, puffs, sillones etc., permiten que cada uno pueda encontrar su preferido o que pueda elegir el que mejor se adapta a un estado de ánimo particular.
El eje Pasado-Futuro: Los ambientes tienen su propio lenguaje y la sala de estar debe hablar de nuestros sueños, de nuestras preferencias, de nuestra historia personal y familiar. En la sala de estar debe encontrarse representado nuestro pasado y nuestro futuro. Es el espacio ideal para mostrar retratos familiares, recuerdos, objetos heredados: ellos hablarán de nosotros con su lenguaje silente y expresivo, nos conectarán con nuestra historia, permitirán que otros la conozcan y se integren a ella. Aunque no haremos aquí una descripción completa del Ba-gua, la franja central de un ambiente es la que representa la línea del tiempo. A la izquierda se representa el pasado, a la derecha, el futuro o el legado.
Fuente: http://www.fengshui-mundo.com/articles/estar.htm
Asientos formando ángulos de 90º: La posición en ángulo es la ideal para favorecer la comunicación en el nivel afectivo ya que reproduce la forma en que naturalmente se colocan dos personas que establecen una relación amistosa. Es mucho mejor que sentarse uno al lado de otro o enfrentados. Como corolario, un estar debe tener al menos dos grupos de asientos, si son tres, mejor. La peor disposición para sentarse es al estilo de " Los Simpson": todos se sientan en línea y enfrentan al televisor.
Fortalecer el centro: Ni la más cuidada ambientación puede impedir que se genere una cierta sensación de desolación cuando el centro de una habitación se encuentra vacío. Ojalá toda sala de estar tuviera un hogar, ese punto de reunión arquetípico alrededor del cual nos sentamos a contemplar el milagro del fuego. Si no tenemos un hogar, un arreglo de velas debe constituirse en el centro de nuestro espacio de estar. Los troncos para el hogar y/o las velas pueden aromatizarse con aceites esenciales, elegidos adecuadamente.
Sonidos: Desde la prehistoria, la música ha servido de vehículo para acercar a los corazones de los hombres: la presencia de la música en la sala de estar es ineludible. Un instrumento musical primitivo puede ser un buen ornamento, especialmente si es de percusión. Música y libros proporcionan tema de conversación, puntos en común, experiencias compartidas.
Variedad de asientos: Con frecuencia, las exigencias sociales nos obligan a renunciar a nuestra individualidad y a adaptarnos a modelos más o menos estereotipados. En nuestro hogar, en cambio, podemos celebrar nuestra individualidad y nuestras peculiaridades. Una cierta variedad de asientos: mecedoras, puffs, sillones etc., permiten que cada uno pueda encontrar su preferido o que pueda elegir el que mejor se adapta a un estado de ánimo particular.
El eje Pasado-Futuro: Los ambientes tienen su propio lenguaje y la sala de estar debe hablar de nuestros sueños, de nuestras preferencias, de nuestra historia personal y familiar. En la sala de estar debe encontrarse representado nuestro pasado y nuestro futuro. Es el espacio ideal para mostrar retratos familiares, recuerdos, objetos heredados: ellos hablarán de nosotros con su lenguaje silente y expresivo, nos conectarán con nuestra historia, permitirán que otros la conozcan y se integren a ella. Aunque no haremos aquí una descripción completa del Ba-gua, la franja central de un ambiente es la que representa la línea del tiempo. A la izquierda se representa el pasado, a la derecha, el futuro o el legado.
Fuente: http://www.fengshui-mundo.com/articles/estar.htm
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